Fin de curso (y III)

Fin de curso y nueva etapa, la de primaria para mi niño. Aún recuerdo cuando lo llevé al cole por primera vez. Sólo tenía 2 añitos (es verdad que cumplía los 3 al mes siguiente, pero así suena más dramático) y todavía no controlaba del todo el pipí. Así que fueron días de muchos cambios para él y para mí. Cuando se dirigía a la fila para entrar en clase el pobre iba llorando y yo me quedaba mirando aguantando el tipo como podía. Hasta que un día entró sin llorar y la que se puso como una magdalena fui yo.  Durante ese curso y el siguiente su seño Meri fue la que le enseñó  a leer y a escribir sus primeras palabras, a respetar a sus compañeros, a compartir y a muchas cosas más. Por todo ello, lo mínimo que pudimos hacer para agradecérselo fue hacerle una galleta de puño y letra de Germán:

En el último curso fue la seño Juani la responsable de que Germán lea ahora asombrosamente bien y escriba de maravilla.


Por  último, desde aquí, sólo puedo dar las GRACIAS a Meri y a Juani por haber sido dos de las personas más importantes en la vida de mi hijo durante los años más especiales del cole.

Un beso,

Estíbaliz

20 libros que negarás haber leído

Borges en la introducción a su biblioteca personal realiza la siguiente afirmación: “A lo largo del tiempo, nuestra memoria va formando una biblioteca dispar, hecha de libros, o de páginas, cuya lectura fue una dicha para nosotros y que nos gustaría compartir.”
Pero ¿Qué pasa con aquellas lecturas que no queremos compartir? ¿Con las inconfesables? ¿Con las que negaremos tres o cien veces? ¿Qué hacemos con ellas? El equipo de Mensaje en una galleta ha encontrado la solución. “Comérselas”


Por si tenéis curiosidad os dejo los 20 libros, que en la fotos no salen todos.

Un beso,

Miriam y Estíbaliz

Fin de curso (II)

Uno de los trabajos más bonitos que hemos hecho tiene que estar a punto de llegar a su destino: 10 pizarras que les  desean feliz verano en varios idiomas a las “seños” de dos niños estupendos. La idea no fue nuestra, ¡y mira que nos da rabia! Fue de una gran amiga, y también generosa, porque nos la prestó.  Tanto Estibaliz como yo no nos hemos podido resistir y le hemos enviado sendos galletones a las “seños” de nuestros niños.

Fin de curso (I)

El hijo de una amiga muy querida se gradúa. ¡Termina la guarde! Su madre quería tener un detalle con las seños y también con sus compañeros.

Las galletas para las seños son grandes, 12x9x1 cm.

Llevan un mensaje para cada una de ellas. Os enseñamos la galleta de María.

Para cada niño y niña un jeroglífico. Pista: La guardería se llama La Casita.

Sabiendo quién pone marca al agua en sus fotos y quién no, ya podéis tener claro cómo nos repartimos el trabajo.