Cómo llenar una manga pastelera para no desperdiciar (casi) nada de glasa

How to fill the pastry bags for waste (almost) nothing of royal icing.

No sé si os pasa, pero a nosotras sí, muchísimas veces tenemos que llenar una manga pastelera para decorar dos o tres galletas. Esto ocurre por dos motivos:  motivo uno, un bebé reclama imperiosamente nuestra atención y tenemos que posponer  la decoración hasta que se duerma, circunstancia que puede acontecer a la media hora o a las 12 horas. Motivo número dos: que sólo tengamos que decorar dos galletas porque, por ejemplo, estemos experimentando con un nuevo diseño.

Después de decorar esas dos o tres galletas ¿qué hacemos? Pues vaciar la manga pastelera que queda inservible y desperdiciar el montón de glasa que se queda pegada en dicha manga.

Un día vimos un video con un método alternativo que nos condujo a la solución. Lo modificamos ligeramente para acomodarlo a nuestro gusto. Y aquí lo tenéis. Las fotos casi no necesitan explicación.

El único elemento adicional es el plástico  film  (muy fácil de encontrar en los armarios de la cocina de vuestras casas).

Nosotras usamos un poquito menos de papel del que usa Karen en el vídeo (somos muy ecológicas).  En uno de los extremos hacemos un nudo y el otro lo introducimos en el adaptador de  la boquilla. Y después el conjunto en la manga pastelera.

No tiene que salirse así la glasa, pero me temo que me entretuve demasiado haciendo la foto.

Colocamos la boquilla y ya tenemos la manga lista para decorar. No cerramos la parte de atrás de la manga porque no corremos el peligro de que la glasa se escape ya que hemos cerrado el paquetito con un nudo y porque además usamos el resto de la manga como si fuera el gato de un coche: para transmitir la fuerza, basta ejercer una mínima presión para que salga la glasa  de forma constante. Así conseguimos que no se nos canse el brazo (supongo que ya habéis experimentado eso de decorar 200 galletas y pensar que te quedabas sin brazo).

Cuando terminamos de decorar, sacamos el paquetito del plástico film y lo vaciamos en el contenedor donde teníamos almacenada la glasa y comprobaréis que apenas se desperdicia nada.

Y fijaos en la manga pastelera, lista para algún uso más.

¿Y qué hacemos cuando tenemos necesitamos todavía menos glasa? ¿Cuándo tenemos que decorar algo sencillo y pequeño como la hierba de esta iglesia?

Pues llevar al extremo «el método del caramelo de plástico film» y no usar manga. Basta con envolver el «caramelo» dos veces para evitarnos disgustos e introducirlo el adaptador, teniendo cuidado de pillarlo un poquito con la boquilla para que quede más seguro.

Si vais a decorar muchas galletas os puede resultar interesante este video de Sweetopia:  Cookie Decorating Tools & How to Fill a Piping Bag

Espero que este tutorial os pueda resultar de alguna utilidad. No olvidéis dejar vuestros comentarios y sugerencias. ¡Estamos encantadas de saber que estáis ahí!

Un beso, Miriam G.

Nosotras también copiamos

No voy a soltaros el rollo ese de que la creación no parte de cero, de que todos los artistas, hasta los más geniales e innovadores, han bebido de las fuentes de artistas anteriores porque, para empezar, las galletas no terminan en los museos,  terminan en los estómagos.  Este punto nunca lo perdemos de vista, nuestro objetivo es que cuando alguien pruebe una galleta nuestra se la termine rápidamente, y que a continuación quiera comerse otra. Si antes de esto a ese alguien se le ha escapado un  “¡oh que bonita!”, entonces ya nos ha hecho completamente felices.

Hace unas semanas en uno de los blogs que más frecuentamos, y que no me canso de recomendar:  Sweetopia (We love Marian), vi unas galletas con margaritas preciosas, que iban acompañadas de un estupendo video-tutorial:Video how to make daisy cookies with a little help from a kopykake projector/ . Me enamoré de esas galletas inmediatamente, llamé a Estíbaliz y le dije: “voy a hacer las galletas de margaritas ya”.

Si pincháis aquí podéis ver una foto del original.

En mi versión introduje alguna pequeña modificación, utilice más colores y, como no tengo KOPYKAKE (si alguien quiere regalármelo estaré encantada de aceptarlo), utilicé un cortador con expulsor para las margaritas, las hice de fondant con el centro en glasa amarilla y a algunas les eché azúcar como en las originales y a otras no.

Y justo después de publicarlas en nuestra página de facebook, fui a la página de facebook de la autora -si no sois fans todavía, no dudéis en darle al botón “Me gusta”- y se lo dije: “mira mis galletas inspiradas en las tuyas”. Y fue tan amable que dejó un comentario en nuestra página de facebook, un comentario que me hizo feliz durante semanas.


Después de las margaritas vinieron unas violetas siguiendo el mismo patrón.

Y después de esas violetas… más violetas, esta vez usando la técnica de MEUG  “sólo unas gotas de glasa ”.

Citar el camino por el que llegan las musas, siempre es un buen ejercicio. Ya lo dice el refrán castellano: “De bien nacido es ser agradecido”: ¡Gracias!

Un beso, Miriam G.