Unos cupcakes de campeonato (con sus galletas a «juego»)

Se acerca la Eurocopa 2012 y como los partidos van a ser en horario de merienda, qué mejor que preparar unos cupcakes con temática futbolera. Le comenté a Miriam que había hecho un par de recetas para cupcakes de vainilla y que resultaron ser muy «sequeronas», entonces me sugirió que hiciera la de Magnolia Bakery. Bueno, pues ha resultado ser la más jugosa y espectacular receta para cupcakes de vainilla que he probado nunca. («Ya te lo dije, pero nunca me crees», estará pensando Miriam)

He adaptado un poco la receta y aquí van los ingredientes:

  • 1’5 tazas de harina bizcochona (240 gr)
  • 1 y 1/4 taza de harina de repostería (180 gr)
  • 225 gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • 2 tazas de azúcar (450 gr)
  • 5 huevos pequeños a temperatura ambiente
  • 1 taza de leche (250 ml)
  • 1 tbsp de aroma de vainilla
  • 1 tbsp de pasta de vainilla

En un recipiente aparte mezclamos las dos harinas y reservamos.

Mezclar la mantequilla hasta que forme una crema. Después incorporamos el azúcar y mezclamos hasta que esté integrado. Añadimos la leche y la vainilla. Si usamos Thermomix, debemos asegurarnos de que no queda nada adherido a las paredes del vaso, para que se integren bien todos los ingredientes.

Incorporamos a la mezcla anterior los huevos uno a uno y cuando esté todo mezclado, vamos incorporando toda la harina poco a poco.

Rellenamos los moldes de los cupcakes por la mitad o un poquito más y los metemos en el horno (previamente calentado) durante 16 ó 17 minutos a 180º y cuando los sacamos y se enfrían…resultan unos cupcakes suaves, tiernos y esponjossssssssos. Y duran así al menos una semana (más no puedo asegurarlo porque no han durado más allá).

Salen unos 30 y esta receta también nos puede servir para hacer un bizcocho

Para el frosting hemos usado la receta más perfecta y deliciosa que se ha hecho nunca y la hemos (¿hemos?, más bien Miriam que es como el Gran Hermano de Internet) encontrado aquí escrita por Ree Drummond alias The Pioneer Woman:

«http://tastykitchen.com/blog/2010/03/a-tasty-recipe-thats-the-best-frosting-ive-ever-had/»

Los ingredientes para el frosting son los siguientes:

  • 1 taza de leche (250 ml.)
  • 5 tbsp de harina de repostería (45 gr)
  • 1 taza de mantequilla (225 gr)
  • 1 taza de azúcar (225 gr). Aunque yo le echaría un poco menos porque sale un pelín empalagoso
  • 1 tbsp de pasta de vainilla bourbon

Los pasos a seguir son los siguientes:

Es más fácil de hacer que el swiss buttercream y casi no sabe a mantequilla.

Como complemento, no podían faltar unos mini campos de fútbol con sus pelotas oficiales de la Euro 2012:

Un beso,

Estíbaliz

Por fin he utilizado un pincel

En este momento en mi frigorífico está el segundo intento. Yo siempre lo he dicho, el mundo es de los que insisten.

El primer intento acabó en esto:

Las galletas que quiero hacer son completamente diferentes a las que veis en la fotos, las galletas que quiero hacer llevan una capa de glasa y encima de la glasa una cosa, y después otra.

La siguiente foto ilustra mis fallos:

· Fallo número uno: La segunda capa es estrecha dimensión z (profundidad)

· Fallo número dos: la segunda capa es estrecha dimensión x (anchura)

Para solucionar el fallo numero uno intenté echar una capa de glasa finita, pero o la boquilla era demasiado grande, o la glasa demasiado espesa o lo que es más probable, apreté la manga con mucha intensidad, el resultado es que no me quedaba espacio para echar nada más encima de la glasa sin que sobresaliese de la galleta.

Para solucionar el fallo número dos, la segunda bandeja entró en el horno con la masa caliente y un poco remodelada. Por eso tiene esa forma ligeramente ondulada, pero me gusta.

Al final tenía en mi poder 8 ó 9 lienzos en blanco de los que Estíbaliz no quería saber nada. Y me dije: si son lienzos habrá que pintarlos.

Llamé a mi amiga Vanina de Viva la tarta, y le dije, tú eres la artista, ya me dirás cómo hago para conseguir unos preciosos goterones. Su respuesta fue ésta:

Primero te explico la técnica y después hablamos de proporciones y materiales. Se prepara una aguada de acuarela, esto es agua con color. Se coge un pincel redondo de 3 cm y pelo de largo aunque esto no es indispensable. Se lo carga en la aguada, se lo «suspende » sobre el papel y apretando con los dedos (como escurriendo una mini fregona) dejamos caer «gotones» de pintura sobre el papel. Ahora: aunque da la sensación de que solo caen gotas de agua transparente o apenas coloreada, cuando se seca el color de la acuarela se concentra y sale el color. Hay que probar varias veces, proporciones de agua, color, tamaño de gota, hasta pillarle el punto. Cuando las «gotas se superponen, hacen un efecto de transparencia y superposición muy bonito.
¿Cómo lo haría yo sobre glasa? Diluiría colorantes en vodka o un mix entre vodka y agua y haría el mismo proceso con el pincel, buscando la gota y el color. Si voy a superponer gotas dejaría secar la primera antes de aplicar la segunda. En papel , hay que procurar que la gota no deje «charcos», para que no agujeree el papel. Si sucede se «absorbe» un poco de la gota con la punta enrollada de un papel de cocina. Espero haberme explicado con claridad. . TIENE QUE SALIR. Si algo no se entendió, aquí estoy. Besos y éxitos.

Y bien le hice caso en todo, menos en lo de esperar,  Dios no me dio el don de la paciencia.

Un beso, Miriam G.

Almendros en flor para Abby

Como sabéis estos almendros en flor no los he hecho ni en un día, ni en dos. Son las cosas de tener un trabajo fuera de casa, otro dentro y dos niñas pequeñas. Pero ¿quién dijo miedo?
Empecemos por el principio: Las flores. Tenía decidido hacer transfers, pero vete tú a saber por qué, me acordé de unos mini cortadores de fondant que llevaban meses arrumbados en el fondo del armario. Así que no he hecho exactamente transfers, sino galletas-transfer.

Hacer galletas muy muy pequeñas es muy muy fácil si se siguen los siguientes pasos:
– Estirar la masa a 2 mm uniformemente.
– Cortar las galletas antes de enfriar la masa sobre tapete de silicona. Lo del tapete de silicona es importante para que la galleta no salga con el cortador y se quede en el tapete, que es donde la queremos. ¡El mundo al revés!
– Enfriar las galletas. No vale un poco, Estíbaliz, tienen que estar varias horas en la nevera. (Por alusiones: jajajajajaja)
– Y luego “desmoldarlas” como si fueran cubitos de hielo: «clac, clac, clac», directamente sobre la bandeja donde las vayamos a hornear
– Hornearlas unos 2 ó 3 minutos.

Decorarlas es casi igual de sencillo. Se ponen 6 puntitos, uno por cada pétalo y otro más en el centro y se unen con un palillo. Luego un puntito verde y con otro palillo se dibuja una estrella. Y finalmente encima de estrella verde otro punto rosa. ¿Fácil verdad? Por si acaso aquí tenéis el vídeo.

The smallest cookies ever from Mensaje En Una Galleta on Vimeo.

Como lienzo para dibujar nuestros almendros necesitamos galletas rectangulares. Yo utilizo mucho cortadores con ondas, porque son  más fáciles de delinear que los rectos ¿no os lo creéis? Pues vamos a surfear:

Waves from Mensaje En Una Galleta on Vimeo.

Esperamos pacientemente, un día o más, a que la glasa rosa está completamente seca, muy seca, sequísima, porque vamos a utilizar encima de ella glasa marrón muy oscura y no queremos que se corran los colores. Ya tenemos el lienzo y las flores: ¡nos falta el árbol! Lo siento no hay vídeo, pero es sencillo también, se dibuja el tronco y luego ramas en espiral. Adoro las espirales. Y esperamos a que se sequen con los dedos cruzados.

¿Habéis visto lo monas que quedan las cápsulas de cupcakes planchadas? Consejo: quitadle el agua a la plancha y poned el selector de vapor a 0.

Estas galletas las hice para una persona muy muy especial. Son las galletas a las que más cariño les he puesto y mira que les suelo poner cariño a todas las que hago.

Un beso,

Miriam G.

¿Quién exterminó a los osos panda?

Respuesta: Inés, 2 años. Ella y su hermano, que actuó como cómplice.

Hace unos días se me antojó hacer unos ositos panda con corazones. Como no tengo Kopykake ni pulso, tuve que apañarme haciéndolos con transfers. A mí me pasa como a Miriam, tengo 4 «trabajos», por las mañanas el que me sirve para pagar la hipoteca, por las tardes, noches, sábados y festivos, madre y ama de casa. El resto del tiempo, si queda algo, hago galletas y claro, tardo mucho en decorarlas: hoy echo el perfil de los ositos, mañana los relleno, al otro los corazones y al otro los pego en las galletas. Inconveniente: están mucho tiempo a la vista y al alcance de los niños, al revés que los medicamentos. En una de las veces que dejé mi bandeja de transfers secándose plácidamente llegó sigilosamente la exterminadora de osos panda y les dio fin. Toda una tragedia. Así quedaron los pobres:

Y encima, la culpable no tuvo ningún problema en reconocerlo:

Bueno, a hacerlos de nuevo. Esta vez me los meteré en… quiero decir, los pondré más alto todavía. Pero no contaba con que iba a entrar otro actor en escena: el hermano, un niño bastante tranquilo pero con alguna que otra idea «brillante»… Como por ejemplo, soplar el disco dust de mis transfers de los corazones y dejarlo pegado en los azulejos de la cocina:

Después de tanto sobresalto por fin consigo terminar los transfers. Ahora ya sólo me quedaba la parte más fácil que era pegarlos en las galletas. Me asaltó una duda: ¿sobre glasa seca o directamente en la capa de glasa húmeda? mmmm… Sobre la glasa húmeda, me dije, y así me ahorro tener que ir pegándolas con glasa aplicándola con un pincel como hacemos habitualmente. Por cierto, aquí podéis ver un tutorial que tenemos acerca de cómo hacer transfers. Ya me las prometía muy felices cuando de nuevo sobrevino otra tragedia: ¿y ahora qué les ha pasado a los pandas? ¡¡Se les ha corrido el color!! ¡No puede ser, no puede ser!

Sí, puede ser. No contaba con los efectos de la capilaridad. La capa lisa de la galleta estaba húmeda y el transfer, ya seco, absorbió lentamente la humedad que le llegaba desde abajo. Resultado: colores corridos y nuevo berrinche.

A repetirlos. Ya empiezo a odiar San Valentín. ¿Quién me manda a mí meterme en estos «fregaos»?. Aparto los pensamientos negativos de mi cabeza, reúno el poco ánimo que me queda y al fin los termino. Ha merecido la pena y he aprendido mucho:

Otra recompensa fue ver cómo devoraba la brujilla de mi niña uno de los «sitos»:

Un beso,

Estíbaliz