How to make a Ruffle Cake con galletas

La casita Dulce de  las flores organiza hoy un concurso de mini tartas, os invito a todos a que asistáis, comienza a las 5, y sobre todo a que votéis la mía je, je, je (risa malvada).

Desde bautizo de Marta, la hija de unos buenos amigos, en Marzo, no había vuelto a hacer ninguna tarta.  Y a punto he estado de hornear un bizcochito y elaborar un poco de  swiss butter cream, pero finalmente horneé galletas, redondas y grandes y glasa muy densa.

Preparé también unas cuantas flores de fondant, el centro es de  glasa y de azúcar corriente y moliente, cuando se seca, el azúcar sobrante se elimina con un pincel de cerdas suaves.

Cubrí  una galleta para que fuese la tapa de la tarta, simplemente le eché un montón de glasa líquida encima y dejé que se secase  encima de un vaso.

Para montar la tarta, entre galleta y galleta pegotito de glasa y después como si fuese una tarta de bizcocho cubrí todo el lateral con más glasa. Deje secar un rato y aproveché para rezar y visualizar este video unas 49 veces.

Y realmente es así de fácil, la parte estrecha de la boquilla de pétalo (104 en mi caso) mirando hacia fuera, la manga muy vertical, movimientos de lado a lado y listo.

Ya tenéis vuestro Ruffle Cake.

Un beso, Miriam G.

¡Quiero Violetas!

¡Hemos llegado a 500 seguidores en Facebook! Para celebrarlo realizaremos un sorteo cuyas reglas son sencillísimas:

1.      Puede participar todo el mundo, independientemente de su ubicación geográfica. Me ha costado horrores convencer a Estíbaliz pero finalmente lo he conseguido (soy inocente, señoría).

2.      El ganador tiene que ser seguidor de nuestra página  de Facebook.

3.     El ganador se elegirá al azar entre todos aquellos que dejen un comentario en esta entrada y que diga literalmente una de estas dos cosas:

a.       “Quiero violetas”

b.      “Las violetas a primera vista son azules”

4.     El sorteo se realizará el día siguiente de mi vuelta de Ponferrada, todavía no me he ido, y aun no sé cuando lo haré, pero calculad que  volveré el 18 ó 19.  Así habrá tiempo de sobra «por si por eso» de Agosto y las vacaciones.

5.     El afortunado ganador recibirá en su domicilio un lote de nuestras famosas galletas con sabor a violetas.

Un beso, Miriam G.

Aquellos maravillosos años

Tenía 15 años (hace ya mucho tiempo de eso) cuando mi padre compró nuestro primer ordenador. Nada más y nada menos que un IBM PS/2: procesador 286, 20 Mb de disco duro,  16 Mb de memoria, disquetera de 3 ½, sin ratón (ni falta que hacía en aquellos tiempos), pero lo más alucinante era que tenía ¡monitor en color!

El sistema operativo Windows 3.1 todavía no había sido inventado y el que teníamos que usar tenía el fondo negro y las legras en blanco (¡larga vida al MS-DOS!). Por supuesto, el Word actual del que tanto nos quejamos es una maravilla al lado del viejo Writing Assistant. ¿Os acordais?.

Y me direis, pero los ordenadores, ¿no se inventaron para jugar? ¡Sí! Comecocos, Space invaders, Asteroides, Grog, pong, los Lemmings, la Abadía del crimen (basada en el libro El nombre de la rosa), etc. Y en primera posición, muy por encima de todos los anteriores, el juego más adictivo que he conocido nunca: el Tetris

Y desde que veo el mundo desde el punto de vista galletil, el Tetris no se iba a librar de convertirse en galletas:

P.D.:  escribiendo este post no he podido evitar echarme unas partiditas… definitivamente sigo enganchada.

Un beso, Estibaliz.